padres de familia, promoviendo un mayor 
reconocimiento  de  las  iniciativas 
pedagógicas en la institución. 
 
Los  hallazgos  preliminares  de  esta 
investigación destacan que la implementación de 
estrategias  pedagógicas  basadas  en  el  arte  en  la 
Institución Educativa de Yatí ha generado efectos 
significativos  en  la  promoción  de  competencias 
socioemocionales  y  ciudadanas,  así  como  en  la 
construcción de una cultura de paz en el entorno 
escolar.  Estas  estrategias  han  permitido  abordar 
problemáticas  complejas  relacionadas  con  la 
convivencia escolar y el bienestar emocional de los 
estudiantes. 
Al  integrar  el  arte  en  los  procesos 
educativos,  se  observó  un  aumento  en  las 
habilidades  socioemocionales  de  los estudiantes, 
como  la  regulación  emocional,  la  empatía  y  la 
resiliencia, lo que  coincide con los  hallazgos  de 
Eisner (2002), quien resalta el valor del arte en el 
desarrollo  de  habilidades  cognitivas  y 
emocionales. En línea con las teorías de Gardner 
(2006), la presente investigación también confirma 
la  relevancia  de  las  inteligencias  múltiples, 
particularmente  la  inteligencia  emocional,  en  el 
ámbito educativo, demostrando que el arte puede 
ser  una  vía  efectiva  para  el  desarrollo  de 
competencias tanto individuales como sociales. 
Por otro lado, los resultados obtenidos en 
esta  investigación  también  se  alinean  con  los 
estudios  de  Durlak  et  al.  (2011),  quienes 
documentan  la  efectividad  de  programas 
socioemocionales  para  mejorar  la  convivencia 
escolar y el bienestar emocional de los estudiantes. 
De  acuerdo  con  los  autores,  la  inclusión  de 
estrategias pedagógicas que fomenten el desarrollo 
de competencias  socioemocionales resulta  en  un 
clima escolar más positivo y una mayor resolución 
pacífica  de  conflictos.  En  este  sentido,  los 
hallazgos de este estudio corroboran que el arte no 
solo  facilita  la  expresión  emocional  de  los 
estudiantes, sino que también fortalece los lazos 
entre  los  miembros  de  la  comunidad  educativa, 
como lo evidencian los resultados preliminares de 
la  implementación  de  estas  estrategias  en  la 
Institución Educativa de Yatí. 
A nivel local, los estudios de Berger (2019) 
sobre el bullying en el contexto escolar y Cardona 
Isaza  (2021)  sobre  las  competencias 
socioemocionales  y  la  toma  de  decisiones  en 
adolescentes  proporcionan  un  contexto  valioso 
para  interpretar  los  resultados  obtenidos  en  este 
estudio.  Berger  (2019)  destaca  que  las 
intervenciones  centradas  en  el  desarrollo  de 
competencias  emocionales  y  sociales  pueden 
prevenir y mitigar el acoso escolar. En esta línea, 
los resultados de la investigación indican que  el 
arte puede jugar un papel clave en la prevención 
del bullying al fomentar la empatía y la resolución 
pacífica de conflictos. Además, la investigación de 
Cardona  Isaza (2021)  refuerza la  idea  de que  el 
desarrollo  de  competencias  socioemocionales  es 
esencial para la toma de decisiones responsables en 
adolescentes, lo cual se vio reflejado en la mejora 
de las habilidades de autorregulación emocional y 
las relaciones interpersonales entre los estudiantes. 
Asimismo,  el  estudio  de  Burbano  & 
Páramo  (2021)  sobre  la  dimensión  espacial  del 
ambiente  educativo  y  su  influencia  en  el 
aprendizaje refuerza la importancia de un entorno 
físico y emocional adecuado para el desarrollo de 
los estudiantes. La integración del arte en el aula 
no solo contribuye al bienestar emocional de los 
estudiantes,  sino  que  también  favorece  un 
ambiente de aprendizaje en el que los estudiantes 
se sienten valorados y escuchados, lo que potencia 
su participación y compromiso. 
En particular, la integración del arte en el 
contexto  educativo  refuerza  las  habilidades 
socioemocionales  de  los  estudiantes,  como  la 
empatía,  la  resiliencia  y  la  autorregulación 
emocional, lo cual se alinea con las propuestas de 
Chaux  et  al.  (2012),  quienes  abogan  por  la 
incorporación  de  las  competencias  ciudadanas 
dentro de los contenidos académicos para fomentar 
una  convivencia  escolar  más  armoniosa.  Este 
enfoque se complementa con el trabajo de Claro 
(2011),  que  resalta  la  importancia  de  un  clima 
escolar positivo para el desarrollo integral de los 
niños, lo cual se refleja en los resultados obtenidos 
de  la  investigación,  donde  la  participación  en 
actividades artísticas ayudó  a reducir el  estrés  y 
mejorar el bienestar emocional de los estudiantes. 
Asimismo,  los  resultados  de  este  estudio 
guardan relación con las conclusiones de Del Rey 
et  al.  (2009),  quienes  afirman  que  el 
fortalecimiento  de  la  comunidad  educativa,  a 
través de estrategias que promuevan la resolución 
pacífica  de  conflictos,  es  fundamental  para 
prevenir  la  violencia  escolar  y  mejorar  la 
convivencia. En este sentido, la investigación