Introducción  
 En el ámbito educativo, caracterizado por su 
rápida evolución, la tecnología ha emergido como 
un  factor  decisivo,  con  la  inteligencia  artificial 
(IA)  estableciéndose  como  un  elemento 
catalizador fundamental en la transformación del 
sector. La fusión entre la pedagogía e innovación 
tecnológica  ha  dado  lugar  a  una  serie  de 
herramientas de  IA  que  están revolucionando la 
manera  de  enseñar-aprender.  El  propósito  del 
ensayo se centra en explorar cómo la clasificación 
de  herramientas  de  IA  en  la  educación  puede 
optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, 
ya que, al estudiar y clasificar las herramientas, se 
identifican  sus  características  distintivas,  sus 
aplicaciones  específicas  en  diferentes  contextos 
educativos,  como,  además,  su  impacto  en  la 
eficacia  del  aprendizaje.  Indagación  pertinente 
dado que, como señalan Millán-Gómez & Mujica-
Sequera (2023), “no se evidencia con claridad en 
la  mayoría  de  los  centros  educativos 
latinoamericanos, el empleo y uso adecuado de la 
IA en las aulas de clases” (p. 4). 
La  integración  de  la  inteligencia  artificial 
(IA) en la educación presenta una serie de desafíos 
éticos que requieren una atención cuidadosa. Uno 
de los principales problemas radica en la brecha 
digital y la disparidad de acceso a la tecnología 
entre diferentes comunidades, como  regiones. A 
medida que la IA se convierte en una herramienta 
central en el aula, existe el riesgo de amplificar las 
desigualdades  educativas  si  no  se  aborda 
adecuadamente  esta  brecha.  Según  Russell  & 
Norvig (2016), la inteligencia artificial se ocupa 
del diseño de sistemas informáticos inteligentes. 
Por  otro  lado,  Hinton  (2018)  destaca  que 
revoluciona  la  forma  en  que  los  estudiantes 
acceden  a  la  información,  interactúan  con  el 
contenido  educativo  para  adquirir  habilidades 
clave.  Asimismo,  Unesco  (2021)  enfatiza  la 
importancia de aprovechar las tecnologías de IA 
para  personalizar  la  experiencia  de  aprendizaje, 
adaptar los recursos educativos a las necesidades 
individuales de los estudiantes, para fomentar un 
aprendizaje continuo, como, además colaborativo. 
Por  consiguiente,  surge  la  inquietud  sobre  las 
políticas privacidad y seguridad de los datos de los 
estudiantes,  ya  que  el  uso  de  plataformas  o 
sistemas  de  IA  recopila  información  personal 
sensible. 
La falta de transparencia en los algoritmos 
utilizados  en  las  herramientas  de  IA  también 
plantea  interrogantes  sobre  la  imparcialidad, 
objetividad  en  la  evaluación,  asimismo  la 
personalización del aprendizaje. Otro desafío es el 
impacto  en  el  rol  del  docente,  ya  que  la 
automatización  de  tareas  educativas  puede 
plantear interrogantes sobre la relevancia y calidad 
de  la  interacción  humana  en  el  proceso  de 
enseñanza-aprendizaje. Uno de los aspectos más 
emocionantes  de  la  IA  en  la  educación  es  su 
capacidad  para  personalizar  la  experiencia  de 
aprendizaje.  Los  sistemas  de  tutoría  adaptativa 
emplean  algoritmos  inteligentes  que  analizan  el 
progreso,  como  las  necesidades  individuales  de 
cada  estudiante.  Estos  tutores  virtuales  ofrecen 
retroalimentación  instantánea,  adaptación  del 
contenido y ajuste del ritmo de aprendizaje para 
satisfacer  las  necesidades  específicas  de  cada 
estudiante,  maximizando  así  su  potencial  de 
aprendizaje. 
Por  consiguiente,  se  presenta  el  riesgo 
inherente  de  una  dependencia  excesiva  de  la 
tecnología, la cual puede derivar una erosión de las 
habilidades  cognitivas  y  sociales  de  los 
estudiantes,  a  menos  que  se  contrarreste 
efectivamente  con  una  integración 
cuidadosamente  equilibrada  de  enfoques 
pedagógicos  tradicionales.  En  última  instancia, 
surge una cuestión fundamental: ¿Cómo asegurar 
que la incorporación de la inteligencia artificial en 
la  educación  no  solo  promueva  la  equidad  y  la 
inclusión,  sino  que  también  contribuya  al 
desarrollo integral de los estudiantes, sin perpetuar 
divisiones sociales ni comprometer la integridad 
de la experiencia educativa? 
 
Desarrollo 
 Introduciéndonos  en  el  desarrollo  de  la 
inteligencia  artificial,  es  fundamental  comenzar 
con una visión general y conceptual de este campo. 
McCarthy (2007), considerado uno de los padres 
fundadores de la IA, catalizó el ámbito en 2007 al 
definir la IA como “la ciencia e ingeniería de hacer 
máquinas  inteligentes,  especialmente  programas 
de  computadora  inteligentes”  (párr.  2).  La 
definición establece un marco para entender la IA 
no solo como una rama tecnológica, sino como una 
disciplina científica en pleno derecho. Además, en 
un esfuerzo por delinear aún más el campo, Russell