Asimismo,  se  consideró  el  método  hipotético-
deductivo, porque se  partió  de la propuesta de 
hipótesis, siendo estas un sistema de información 
y  conocimiento  que  por  medio  de  deducción 
estadística se va a generar nuevos conocimientos 
desde la constatación de la veracidad o falsedad 
de  los  supuestos  contraste  con  la  realidad 
empírica  de  los  participantes  del  trabajo 
investigativo (Ñaupas et al., 2018).  
El  enfoque  fue  cuantitativo,  porque  se 
apoyó  en  procedimiento  de  medida  numérica, 
fundamentado  y  usado  por  la  observación  del 
proceder de manera de recojo de datos y análisis 
para  que  se  lleguen  a  responder  a  los 
planteamientos  iniciales  de  investigación 
(Cabezas et al., 2018).  
En  cuanto  al  diseño  (ver  Figura  1),  se 
consideró  al  no  experimental,  correlacional 
causal,  porque  se  realizó  sin  llegar  a  ejercer 
influencia  o  manipulación  deliberada  de  los 
fenómenos  independientes.  Lo  anterior  basado 
en  concepto,  variable,  suceso,  fenómeno  o 
contestó  que  ya  ha ocurrido  o  se  han  dado  en 
ambientes naturales sin la incidencia directa del 
personal que experimenta (Hernández-Sampieri 
&  Mendoza,  2018).  Por  tanto,  tuvo  la 
particularidad  de  establecer  la  causalidad  y  el 
posible efecto entre los fenómenos, la cual posee 
mayor profundidad y estructura a diferencia de 
los modelos anteriores (Arias & Covinos, 2021). 
Finalmente,  fue  de  corte  transversal, 
debido  que  se  diferencia  de  otros  estudios,  al 
constatar su  procedimiento  de  cuantificación  o 
medición sin que intervenga alguna persona ni el 
propio investigador, la cual se da en un tiempo 
muy  corto,  además  de  proporcionar  evidencia 
preliminar,  a  la  planeación  a  futuro  de  gran 
profundidad investigativa, por ende, se confirma 
que la medición de los fenómenos se da en un 
tiempo  previamente  establecido,  para  luego  se 
analicen con soporte estadístico (Wang & Cheng, 
2020).  
 
Figura 1 
Diseño de la Investigación. 
  
Nota. Donde el valor de X es el desarrollo de la gestión 
educativa, Y, es el desarrollo del compromiso docente y → 
es la influencia que ejerce X en Y. 
 
En cuanto a la población, se confirmó que 
la conformaron 100 docentes de tres instituciones 
educativas  privadas  de  nivel  secundario  de 
Puente  Piedra,  además,  para  establecer  la 
muestra se utilizó un muestreo probabilístico de 
tipo  estratificado,  donde  se  confirmó  que  81 
docentes fueron parte de la muestra. Al respecto, 
Buelvas & Rodríguez (2021) mencionaron que el 
muestreo estratificado, se basa en determinar una 
muestra  de  cada  subgrupo  que  conforma  la 
población, el cual posee  como  fin  mantener la 
representación  de  los  subgrupos.    Además,  la 
técnica  seleccionada  fue  la  encuesta,  porque 
aportaron a comprender con mayor precisión e 
imparcialidad  el  problema  que  se  estuvo 
abordando. Al respecto, según Caballero (2017) 
la  encuesta,  aporta  al  análisis  de  los  hechos  a 
partir  de  una  distancia  corta,  antes  de  que  se 
tomen  decisiones  importantes  o  de  forma 
apresurada. De tal modo, la encuesta, ofrece una 
forma simple y sencilla de abrir diálogos a un 
grupo de personas que expresan su opinión, lo 
cual apoya de diferentes ángulos a la resolución 
del problema.  
Como  instrumentos  se  construyeron  dos 
cuestionarios,  porque  aportaron  a  obtener  las 
opiniones personales de los docentes sobre  las 
variables  de  investigación,  desde  un  flujo 
estructurado de preguntas cerradas y objetivas. 
En  ese  sentido,  Arias  (2020)  mencionó  que  el 
cuestionario,  materializa  al  proceso  de 
recolección  de  datos,  previamente  planeado  y 
diseñado  específicamente,  para  que  los 
participantes  expresen  libremente  su  punto  de 
vista  divergente  de  la  expectativa  del 
investigador.  Por  ello,  los  cuestionarios  se 
diseñaron pensando en quien va a dar su opinión, 
a partir de un lenguaje adaptado a los docentes.  
Por lo anterior, el cuestionario construido 
para medir a la gestión educativa, tiene soporte 
en  la  investigación  desarrollada  por  Garcés 
(2017).  Quien  propuso  un  modelo  de  cuatro 
dimensiones,  conformado  por  29  preguntas 
valorado  por  una  escala  Likert  con  cinco 
alternativas de contestación. De similar manera, 
sucedió al edificar el cuestionario para medir al 
compromiso docente  a  partir del  soporte  de  la 
propuesta  de  Zabalza  &  Zabalza  (2012)  que 
contempla seis dimensiones, medidas a partir de 
una propuesta de 35 preguntas también valorado 
por una escala Likert con cinco alternativas de