sistemas fueron desarrollándose hacia nuevas 
tecnologías,  como  las  redes  informáticas, 
primordiales  para  la  telecomunicación,  pues 
posibilitan  la  comunicación  sin  importar  la 
distancia. Desde sus comienzos esto causó una 
gran revolución:  
 
La  posibilidad  de  interconectar  computadores 
está  ampliando  enormemente  su  potencia  y  el 
campo  de  sus  aplicaciones.  La  conexión  de 
computadores  entre  sí  para  procesar 
información y su vinculación a toda una gama 
de dispositivos tanto analógicos como digitales, 
ha  originado  una  gran  difusión  de  las 
aplicaciones de la informática, dando lugar a lo 
que  se  ha  llamado  invasión  del  chip  (Shallis, 
1986, p. 59).  
 
En facto, “la fibra óptica permite integrar 
y ofrecer los mejores servicios en tres campos: 
televisión  (más  canales),  telefonía  (que  se 
convertirá, probablemente, en el servicio más 
rentable  del  cable)  y  telecomunicaciones 
(aplicaciones telemáticas, como Internet a alta 
velocidad)”  (Fondevila,  2007,  p.  12). 
Siguiendo los planteos de la Unesco (2013), la 
educación,  como  se  sabe,  es  un  derecho 
humano y un bien público, por lo que debe ser 
de calidad e inclusiva. Es por ello, que también 
debe  ser  flexible  y  adaptarse  a  las  distintas 
necesidades,  características  y  contextos.  Las 
TIC permiten esto, puesto que en las prácticas 
pedagógicas aportan múltiples respuestas a las 
necesidades educativas que pueden enseñarse 
a través de distintos contenidos y soportes, lo 
que  diversifica  el  proceso  de  enseñanza  y 
aprendizaje: 
 
La introducción de las TIC en las aulas pone en 
evidencia la necesidad de una nueva definición 
de  roles,  especialmente,  para  los  alumnos  y 
docentes. Los primeros, gracias a estas nuevas 
herramientas, pueden adquirir mayor autonomía 
y responsabilidad en el proceso de aprendizaje, 
lo que obliga al docente a salir de su rol clásico 
como única fuente de conocimiento […] En esta 
oportunidad  de  cambio  cultural,  los  docentes 
tienen  un  rol  central.  Son  los  motores  porque 
tienen  la  función  de  acompañar  a  los  y  las 
estudiantes en el proceso de aprender a aprender 
(Unesco, 2013, p.16-17). 
 
El  objetivo  de  la  capacitación  para 
aplicar  las  TIC  en  la  educación  es  que  la 
tecnología  tiene  la  característica  de  ser 
adaptable  a  todo  tipo  de  aprendizajes  y 
actividades.  Debido  a  que  el  ideal  que  se 
pretende  alcanzar  es  la  creación  de  un 
currículo  flexible  en  pos  de  la  inclusión,  la 
rigidez  en  los  materiales  no  solo  dificulta  el 
proceso  de  aprendizaje,  sino  que  también  es 
poco funcional, no atractivo y requiere que se 
planifiquen  otras  actividades  o  el  uso  de 
materiales  extras  para  quienes  no  puedan 
utilizar  los  materiales  tradicionales,  por 
ejemplo,  en  el  caso  de  alguna  discapacidad 
(Fernández-Portero, 2018).  
Estos  recursos  pedagógicos  se  utilizan 
para  facilitar  la  comunicación.  Valen  como 
una extensión de los sentidos al proporcionar 
recursos explicativos para la tarea docente, y 
son útiles para representar conceptos, sistemas 
organizativos, imágenes, entre otros. A través 
de  ellos,  los  estudiantes  pueden  tener  una 
comprensión  más  profunda  del  contenido 
recibido. Los recursos de apoyo para una mejor 
comunicación  son,  generalmente,  de 
naturaleza visual. En los últimos años, se han 
desarrollado  nuevas  y  diversas  tecnologías, 
más atractivas e interactivas, pero con un uso 
mucho  más  complejo  que  los  materiales 
tradicionales,  por  lo  que  la  formación  y 
capacitación se torna necesaria. Es el caso de 
la  pizarra  digital,  que  es  una  convergencia 
entre el pizarrón tradicional y el implemento 
de las TIC. Estas pizarras permiten adaptar el 
tamaño de los textos  y las imágenes. Así,  se 
transforma  en  un  material  más  inclusivo,  ya 
que  estos  gestos  permiten  solventar  las 
dificultades  visuales  que  pudiesen  tener 
algunos alumnos (Bravo-Ramos, 2003).  
El  uso  de  espacios  virtuales, 
aplicaciones  para  móviles,  juegos,  vídeos, 
música, en  fin, son  variadas las  plataformas 
tecnológicas  que  pueden  funcionar  como 
herramientas que incentiven el desarrollo de 
las  competencias  docentes.  El  uso  de  estas 
técnicas también genera un entorno propicio 
para la comprensión de la información. No se 
niega la utilidad de los métodos tradicionales 
(texto,  oralidad  o  imágenes),  pero  no  se 
consideran como medios del todo inclusivos. 
En el trabajo del docente se resalta la tarea de 
localizar y seleccionar los recursos adecuados 
para  incentivar  el  desarrollo  de  las 
capacidades de los estudiantes. Debido a que