Patrimonio Cultural inmaterial (PCI) como “los 
usos,  representaciones,  expresiones, 
conocimientos  y  técnicas  -junto  con  los 
instrumentos,  objetos,  artefactos  y  espacios 
culturales  que  les  son  inherentes-  que  las 
comunidades, los grupos y en algunos casos los 
individuos reconozcan como parte integrante de 
su patrimonio cultural” (Unesco, 2003). 
La tradición oral, las expresiones culturales 
guiadas  por  costumbres,  rituales,  tradición 
ancestral,  festividades,  usos  naturales, 
conocimiento natural, técnicas artesanales, entre 
otros,  gestadas al interior de los pueblos, serán 
consideradas  parte  del  Patrimonio  Cultural 
Inmaterial de un pueblo, siendo definidas por la 
misma  comunidad  “infundiéndoles  un 
sentimiento  de  identidad  y  continuidad  y 
contribuyendo  así  a  promover  el  respeto  de  la 
diversidad  cultural  y  la  creatividad 
humana”(Unesco, 2003). Sin embargo, el listado 
de  reconocimiento  del  PCI  se  amplió  tras  el 
Decreto 2941 de 2009, incluyendo más esferas de 
tradición cultural como medicina natural, cultura 
culinaria, conocimientos y técnicas tradicionales 
asociadas al hábitat, entre otras. 
Como  bien  se  nombró,  el  trabajo  es 
realizado  conjuntamente  entre  estudiantes- 
comunidad-académicas,  apoyando  sus 
conocimientos entre sí, para de esta forma, tratar 
de enfrentar el proceso de desmemoria al interior 
del  municipio.  Lo  cual  significa  que  de  plano 
ambicionan la idea del buen vivir en comunidad, 
cumpliendo  con  estrategias  sociales, 
participativas,  comunitarias,  que  lleven  a 
comprender y a comprenderse en sociedad.  
La  investigación  realizada  con  los 
estudiantes  de  Comunicación  Social  – 
Periodismo,  logra  su  interés  por  reconocer 
hechos  fundantes  de  su  memoria.  Si  bien  es 
cierto,  el  diagnóstico  de  entrada  muestra  que 
existe  un  conocimiento  de  algunos  hechos  de 
memoria histórica también evidencia de ese vago 
reconocimiento. Al  indagar  las  razones  por  las 
cuales  no  identifican  de  forma  precisa  esta 
memoria, se encuentra que no existen espacios de 
acercamiento del  estudiante a sus raíces y a su 
memoria,  lo  cual  repercute  finalmente  en  ese 
escaso  reconocimiento  y  reproducción  de  la 
misma. 
Así mismo, tal como lo plantea Hallbwachs 
(1968)  el  ser  humano  posee  dos  tipos  de 
memoria,  la  habitada  y  la  percibida,  en  este 
ejercicio, se evidencia la memoria percibida de 
los  estudiantes  como  parte  de  los  relatos 
escuchados por sus familiares o seres cercanos, 
conformada  por  supuestos  no  confirmados  por 
entes exteriores a los mencionados, mientras que 
la  memoria  habitada  es  escasa,  al  no  empatar 
entre las edades y los recuerdos de los jóvenes.  
 En cuanto  a  la  academia,  se  reconoce  el 
valor  general  asignado  a  la  historiografía 
convalidada como representativa de la fundación 
de  los  pueblos,  a  su  vez,  desarraiga  raíces 
contextuales  de  su  cultura  inmediata.  Sin 
embargo,  al  proponer  procesos  de 
fortalecimiento  de  memoria  como  un  ejercicio 
alternativo  de  construcción  académica  de  su 
profesión,  se  encuentran  diversos  intereses 
convergentes  que  reprimen  el  sentido  histórico 
popular.  
Por  otro  lado,  enlazando  el  interés  de 
producir  textos  con  los  estudiantes,  en 
cumplimiento  de  las  formas  curriculares  de 
interpretación y producción textual, junto con lo 
investigado, se evidencia la fuerte necesidad de 
inmersión estudiantil a problemáticas reales que 
los  convoquen  a  reflexionar  soluciones  y/o 
intervenciones.  De  esta  manera,  pensar  en 
componer textos “produce con una mirada crítica 
que  permite  el  cuestionamiento  y  el 
establecimiento  de  acciones  concretas  para 
mejorar  y  lograr  un  excelente  proceso  de 
enseñanza-aprendizaje” (Márquez-Galvis, 2020, 
p. 160) desde procesos escriturales. 
Así  mismo,  se  evidencia  construcción  de 
tejido social en el acercamiento de los estudiantes 
a la comunidad. Si bien es cierto, externamente 
se reconoce a Uniminuto en el territorio, lo cual 
se demuestra en los  agradecimientos realizados 
en los videos recolectados por los estudiantes, el 
agradecimiento  e  interés  que  generaba  el 
tomarlos  a  ellos,  los  abuelos,  como  parte 
fundamental  del  ejercicio  fortalece  el  respeto 
hacia la  institución y los  procesos sociales que 
esta lleva en el territorio. Los abuelos, sabedores, 
constructores  de  memoria,  construyen  diálogos 
fuertes,  se  sienten  identificados  con  la 
universidad  al  atraer  su  voz  a  las  aulas  de  la 
academia.  
Así mismo, los estudiantes investigadores, 
mostraron su agradecimiento por el ejercicio, ya 
que afianzo y aumento los conocimientos de sus